Uno de los más hermosos de la ciudad, de propiedad de los Sres. Félix de Bedout & Hijos, cuyos arquitectos fueron los H.M. Rodríguez e Hijos.

Esas tres cabezas vaciadas en cemento, que coronan el Edificio Víctor son un enigma. Algunos afirman que se trata de tres rostros de los integrantes de la familia Bedout, dueños del edificio; otros, según testimonios de la época, afirman que son autorretratos del autor, famoso por sus pronunciadas ojeras.

 

En los inicios del Edificio Víctor, en el primer piso funcionaba la Droguería Bedout. En el segundo piso un almacén de música, el Salón Víctor, que vendía discos de la RCA Víctor. Allí, en el balcón izquierdo, podía verse el símbolo de la RCA Víctor, el Fox Terrier, Nipper, escuchando la voz de su amo.

 

El Edificio Víctor, conocido como Tres Cabezas,  tiene una placa que lo identifica como Bien de Interés Cultural pero el pasar del tiempo y la mano cruel del hombre lo han ido deteriorado.  Sus bisagras ya no soportan el peso de los años, sus vidrios rotos y deterioro en la infraestructura recuerda que la palabra patrimonio sabe a la desidia de lo amargo.