
Desde 1920 y por seis años, el barrio San Benito vio cómo piedra sobre piedra se construyó el templo que fue por mucho tiempo uno de los principales portales de comunicación con Dios de una Medellín creyente y confesa. En esa época, en el convento contiguo al templo, se formaban los religiosos seguidores de San Francisco en pobreza, obediencia y castidad; hoy la edificación es una de las sedes de la Universidad San Buenaventura.
Iglesia de San Benito
El templo de San Benito cuenta con la condecoración Escudo de Oro de la gobernación de Antioquia por cien años de labores en el barrio, pues la construcción del templo no fue más que una de las tantas consecuencias de la evagelización franciscana que vivía la región desde principio de siglo.
Un viejo sin hogar busca en el pasaje de San Benito el lugar menos tocado por la lluvia. Descarga un pequeño nudo de ropa en forma de bolso y le hace unas señas a su perro. Ese pequeño sendero de concreto tallada le servirá de colchón para la noche. No se preocupa en conseguir una almohada cómoda. Esa ya la tenía. Rodeo con sus manos el cuello de su amigo y apoyó en su cuerpo la cabeza.
Calidez en la penuria
